Cuando lo barato sale caro

Este es el mito más extendido. Dice el refrán que lo barato sale caro y esto se puede aplicar también al mundo de los recursos humanos. Aunque la externalización pueda parecer costosa por las comisiones que hay que pagar a los reclutadores o agencias, vale la pena valorar si no supondrá un ahorro de tiempo y un incremento de la calidad del talento contratado, que a la vez también se traduce en dinero.

Los reclutadores externos están muy especializados y suelen encontrar al candidato perfecto antes que otros canales. Además, la calidad del talento encontrado te garantiza que aportará el valor que necesitas a la empresa y que probablemente no la abandonará antes de hora. Los costes de contratar a un mal candidato que no haga bien su trabajo y que te obligue a buscar pronto un sustituto son mucho mayores que los de la externalización. Los resultados, claro está, dependerán también de haber elegido la solución adecuada de externalización.

Dicen que los reclutadores externos no son ni buenos ni rápidos, ¿es verdad?

Evidentemente, delegar siempre puede hacer surgir dudas de este tipo y es cierto que, como en cualquier profesión, hay reclutadores de mayor y menor calidad. Aunque en general los headhunters externos son muy buenos profesionales,  asegúrate de que trabajas con los mejores en su campo.  

Además, es básico mantener una constante y eficaz comunicación con el reclutador, transmitiéndole con la mayor precisión posible los requisitos y características del perfil buscado. Para conocer más detalles acerca de cómo conseguir que el reclutador externo te ponga en contacto con el talento que necesitas.

La externalización es un proceso lento

Las agencias que se dedican a la externalización no conocen tan bien como tu equipo las particularidades de la empresa y por tanto se puede pensar que tardarán más que un reclutador interno, pero no es verdad. Debes tener en cuenta que estas empresas se dedican exclusivamente al reclutamiento; se pasan el día recibiendo, entrevistando y evaluando solicitudes de trabajo, mientras que es posible que tu equipo tenga otras cosas que hacer más allá de centrarse en un proceso en concreto.

¿Los reclutadores internos perderán valor para la empresa? ¿Qué harán si se externalizan los procesos?

Externalizar de manera parcial el reclutamiento de tu empresa puede parecer sinónimo de restar trabajo al equipo interno de selección de personal. ¿Esto podría ocasionar que los trabajadores se desmotivarán? Todo depende de cómo se lo plantees.

Si estás pensando en externalizar parte del reclutamiento, probablemente es debido a que tu equipo interno está desbordado o no logra encontrar algunos perfiles muy especializados. Con la externalización conseguirás que estos trabajadores tengan más tiempo para centrarse en las tareas donde pueden aportar más valor, mientras los reclutadores externos se encargan de aquellos perfiles tan difíciles de encontrar. La externalización, si se hace bien, es un complemento positivo para cualquier equipo de selección de personal, nunca una forma de restar importancia a los reclutadores internos ni de sustituirlos.

No obtendré candidatos acordes con los valores de la empresa

A pesar de que es un miedo lógico, hay que tener en cuenta que muchos reclutadores son expertos en psicología de empresa y análisis de personal y por tanto es fácil que tengan recursos para encontrar muy buenos candidatos. Es indispensable, nuevamente, que también haya una buena comunicación entre el reclutador y la empresa y que desde un inicio la empresa haya dejado muy claro qué tipo de persona se busca y los valores con los que tiene que encajar.

Si el candidato no es el indicado, perderé el dinero pagado por la búsqueda

A pesar de todas las precauciones, nada en esta vida es seguro. Aunque todos hayan hecho muy bien su trabajo, el candidato seleccionado puede no encajar o abandonar la empresa por algún motivo. Llega entonces el temor de tener que volver a pagar por buscar un nuevo profesional.

La decisión de externalizar es tuya y dependerá del momento y las necesidades de tu empresa. No obstante, si no estás satisfecho con el funcionamiento actual de tus procesos de selección, recuerda aquella frase tan famosa de Einstein: “Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.